Los 9 niveles del camino a la paz mental.
Esta meditación consta de 9 niveles.
¿Qué hacer en cada uno de los niveles según los Maestros y la Tradición?,
¿Sabías que ellos representaron la mente con elefantes?
La Tradición del Budismo nos ayuda a evaluar cuánto hemos conseguido progresar en el camino de la meditación. Para ello, sus maestros hace mucho que identificaron los 9 niveles por los que pasamos todos. Unos tardaran más, otros menos, en superar un nivel, pero no hay nadie que se salte uno de ellos.
Al decir que no hay tiempos estipulados en la meditación budista, se intenta que nadie se estrese pensando “Voy muy lento”, “todavía no he superado este nivel”, y pensamientos similares. Llegar al 9º. nivel de meditación budista es una victoria inmensa y lleva tiempo, así que tranquila/o, vamos paso a paso.
Además los beneficios de la meditación budista empezarás a verlos al poco tiempo de empezar con ella. Te concentrarás más, durante más tiempo y con mayor profundidad en el objeto de la meditación y te servirá para todos los aspectos de la vida diaria.
Lo que mostraremos es lo siguiente:
- La imagen de la meditación budista y explicación
- Qué significa emplazar la mente en la meditación budista
- Niveles de la meditación budista
- 1er Nivel de la meditación budista: Emplazar la mente
- 2º. Nivel de la meditación budista: Emplazamiento continuo.
- 3º. Nivel de la meditación budista: Emplazar de nuevo
- 4º. Nivel de la meditación budista: Emplazamiento cercano
- 5º. Nivel de la meditación budista: Disciplina
- 6º. Nivel de la meditación budista: Pacificación
- 7º. Nivel de la meditación budista: Pacificación total. MIRAR VÍDEO!!!
- 8º. Nivel de la meditación budista: Un solo punto en el enfoque
- 9º. Nivel de la meditación budista: emplazar en equilibrio
- Vídeo: Los niveles de meditación budista
La imagen de la meditación budista y explicación.
Te presentamos una imagen muy conocida en el budismo, en la que se ve un camino, un elefante, un misterioso mono y un monje budista recorriendo ese camino que representa el ascenso por los 9 niveles de meditación budista. Presta atención a los colores y la actitud de los personajes y los comentamos.
El CAMINO que se ve es, obviamente, el que tienes que recorrer en tu búsqueda de la calma mental. Date cuenta de que es algo continuo, no hay altos en el camino, ni “puntos de control”. Eso quiere decir que entre uno de los niveles y el siguiente no hay un momento exacto en el que digas “justo ahora he llegado al siguiente nivel de la meditación budista”. Las líneas se difuminan y eso hace que el camino sea continuo.
El camino empieza en un templo. Esto se debe a que en el momento histórico en que se dibujó, para alcanzar la iluminación tenías que vivir en un templo. Era allí donde empezaba el camino. Hoy en día no es así necesariamente. Podemos practicar meditación y Yoga en casa, sin acudir a un templo o a un centro. Un lugar tranquilo en tu casa es buen lugar para empezar.
Además, el camino es ascendente. Empieza en la zona de debajo de la imagen y a través del esfuerzo que le ves hacer al monje, llega, poco a poco, a la parte superior.
En ella, nace un RÍO que llega a la parte baja de la imagen, queriendo decir que lo que vemos abajo, sin entrenar la mente, en realidad nace mucho más arriba. Y podemos verlo tal como es en su origen gracias a la meditación. Conforme vas ascendiendo ves que el agua de más abajo proviene de donde estás, y cuando llegues a los niveles superiores verás donde nace el río.
El MONJE eres tú tratando de controlar tu mente a través de la meditación. Verás que empieza mucho más atrás que el elefante, y no puede seguir su ritmo, a pesar de ir corriendo.
Tiene en una mano una cuerda y en la otra un cayado. La cuerda sirve para controlar al elefante y conducirlo por el camino. Al principio esa cuerda no está atada. Solo en el tercer nivel lo está, y ahí podemos ver al elefante mirando no hacia adelante, sino hacia atrás, al monje. Por primera vez no vaga libremente.
Mientras la cuerda no está atada, en los dos primeros niveles, el monje lleva el bastón más próximo al elefante. Quiere decir que luego le podrá decir a dónde ir y solo hará falta la cuerda. Pero mientras, hace falta un poco de mano dura, que es la determinación del aprendiz de meditación para conseguir controlar al elefante, a la mente.
El ELEFANTE representa tu mente. No te creas que por sentarte en un templo (tu casa), en silencio, va a ser fácil controlarla. Al principio el elefante está descontrolado, corriendo. El elefante hace lo que quiere.
Al principio el elefante es completamente negro. Obviamente quiere decir que no hay luz, que cuando la mente está descontrolada, cae en pensamientos negativos, oscuros.
Cuando el elefante empieza a volverse blanco, es solo un poco, en la parte superior de la cabeza. No es suficiente para que camine controlado (todavía no está atado con la cuerda), pero empieza a liberarse de lo malo.
Lo primero en volverse blanco es la cabeza, reflejando el control de la mente sobre el cuerpo. Basta con que la cabeza esté blanca, para que el elefante se pare, y espere indicaciones del monje.
Hay otro personaje: un misterioso MONO. ¿Qué hace ahí? ¿Quién es? No puede ser la mente, porque ella está representada por el elefante.
Repasemos la imagen: al principio, y durante los 4 primeros niveles de meditación budista, el mono guía al elefante. Ese elefante descontrolado persigue al mono, que solo mira atrás en el tercer nivel, al mismo tiempo que el elefante, al mismo tiempo que el monje ata al elefante.
También es de color negro al principio del camino. También empieza a volverse blanco por la cabeza. La meditación budista comienza con un elefante y un mono negros… ¿Qué significa el mono? Y lo más intrigante de todo… ¡desaparece! No se le ve en el nivel 8º. La última vez que le vemos, en el 7º, solo tiene negros los pies. Es decir, al volverse del todo blanco, ¡deja de existir!
“El mono está en el bosque. Desde un árbol, gira la cabeza, buscando algo. De repente se le iluminan los ojos y, decidido, salta. Ase otra rama. Se queda calmado. Le dura poco. Sigue faltándole un noséqué. No, en esta parte no hay tanto sol como parecía. Ni suficientes frutos. Se fija en el tronco de al lado. Repite el ritual y se lanza de nuevo. Durante cinco segundos se siente tranquilo, hasta que se da cuenta que su lugar soñado no era lo que parecía. Desde el árbol, gira la cabeza. Busca algo.”
El ARCOÍRIS. A lo mejor ni te habías parado a pensar en que el camino blanco acaba y da paso a un arcoíris. Puede que tampoco te hayas fijado en que en realidad hay 11 elefantes.
El arcoíris representa la felicidad. Al final del camino la has alcanzado. Durante el camino blanco de la meditación budista hay 9 elefantes, 9 monjes y 7 monos. El monje ha ido dominando a esos acompañantes, pero es en la parte del arcoíris donde se ha subido al elefante, que ahora va exactamente a donde quiere el monje.
En la imagen el elefante es azul, no negro, y el mono marrón. Eso se debe a que además de dibujarlos, se ha introducido color en la imagen. Tal vez te sirva ver la próxima imagen, en las que se ve a los animales completamente en negro, y progresivamente volviéndose blancos.
Qué significa emplazar la mente en la meditación budista
A continuación pasaremos a describir brevemente los niveles de la meditación budista. Verás que hablamos de emplazar la mente. Eso significa poner la atención en un punto, siendo consciente de ello.
Es decir, una cosa es prestar atención a algo, y otra es estar concentrado, y otra es emplazar la mente: ¿Se le cae un vaso al de al lado y vuelves la cabeza? Has prestado atención; ¿Ves una película o lees un libro súper entretenido y estás metido en esa historia? Estás concentrado en ella. ¿Estás teniendo pensamientos negativos hacia alguien y, al menos por un momento, te das cuenta de esos pensamientos y de que te hacen daño? Has emplazado la mente.
Emplazar la mente implica ser consciente de un pensamiento o idea, y verlo a cierta distancia. Alejarte de él y ver que lo tienes.
Niveles de la meditación budista
1er Nivel de la meditación budista: Emplazar la mente
Imagina que decides ponerte a meditar durante 10 minutos por primera vez. Casi ni encontrarás el objeto en toda la sesión de meditación budista. De vez en cuando recuerdas que debes observar el objeto, pero tu mente va de un lado a otro.
Es intentar fijar la mente en el objeto, así que toda la sesión transcurre fijando la atención al objeto, porque la mayor parte del tiempo la mente se va.
2º. Nivel de la meditación budista: Emplazamiento continuo.
En este nivel de meditación budista se es capaz de fijar la mente en el objeto y permanecer por poco tiempo en él antes de volverlo a perder. Antes no había continuidad en absoluto, fijabas la atención y se iba, la fijabas y se iba. Ahora sí hay continuidad.
3º. Nivel de la meditación budista: Emplazar de nuevo
En este nivel de meditación budista se puede permanecer en el objeto durante bastante tiempo. Estás en el objeto y de vez en cuando se pierde. Pero tan pronto como se pierde, eres consciente de ello y puedes volver a fijar la mente en el objeto.
4º. Nivel de la meditación budista: Emplazamiento cercano
Desde el principio hasta el final de la sesión no pierdes el objeto en absoluto. Durante toda la sesión puedes mantener la atención en él. Aún hay distracción y pesadez, pero una parte de la mente ya no pierde el objeto.
5º. Nivel de la meditación budista: Disciplina
En el cuarto has podido estar durante toda la sesión en el objeto. Familiarizándote con él, llegas a un nivel de paz interior que nunca antes habías experimentado. Es como si tu mente hubiese sido siempre como agua hirviendo, y de repente esa agua se calma y ves que tu mente experimenta un tipo de tranquilidad que nunca antes habías conocido, extraordinariamente agradable.
La diferencia entre el quinto y el cuarto nivel consiste en que en el quinto no hay ni debilidad en el emplazamiento ni una vulgar excitación. Ha cesado el aspecto burdo de estas perturbaciones.
Aun tienes cierta debilidad y excitación sutiles.
6º. Nivel de la meditación budista: Pacificación
Muy fácil de reconocer porque el objeto está ahí, estable y claro gracias al avance que has realizado en la meditación budista, pero falta intensidad en la fijación. En general, cuando llegamos a este nivel, es mejor inclinarse hacia el lado de la excitación sutil que hacia el de la debilidad sutil en el emplazamiento porque la excitación es fácil de reconocer y corregir.
7º. Nivel de la meditación budista: Pacificación total.
En este punto de la meditación budista puedes permanecer en el objeto. De vez en cuando tienes que comprobar si surgen excitación o debilidad, pero durante la mayor parte de la sesión estás continuamente consciente del objeto. La excitación y la debilidad ya no son fuertes, no se dan con frecuencia y si surgen solo tienes que decirles que no, y el pensamiento se para.
8º. Nivel de la meditación budista: Un solo punto en el enfoque
La emoción se detiene. En realidad, es un proceso de pasar de la mente ordinaria, que tiene distorsiones, a una mente en calma. Es como entrar en un túnel, donde solo ves el objetivo, al final, y no te distraes con el paisaje.
9º. Nivel de la meditación budista: emplazar en equilibrio
En este nivel de meditación budista no hay esfuerzo, solo con sentarte a meditar, permaneces en el objeto durante toda la sesión, dado el nivel de familiaridad que has alcanzado. No importa lo larga que sea, puedes permanecer en el objeto sin ninguna excitación o falta de intensidad. La meditación budista ha dado sus frutos: has llegado a la calma mental.
Vídeo: Los niveles de meditación budista
En este vídeo vemos al Venerable Rene Feusi, un monje nacido en Suiza, completamente ordenado en la tradición budista tibetana, con más de 20 años de experiencia en la enseñanza, y experto en dirigir meditaciones sobre calma mental.
En este video explica los niveles de la meditación budista, en inglés (subtitulado al español). Da gusto la tranquilidad que transmite.
Solo habla de los niveles de meditación budista, sin acudir a la imagen que nosotros hemos usado para que se entienda todo mucho mejor.
Espero que pruebes la meditación y tengas a mano esta pequeña guía explicativa sobre los niveles de la meditación budista de la Calma Mental.
Si tienes alguna interpretación de la imagen, te invito a que la compartas para que vayamos incluyendo nuevos concepto, y comparte este artículo con todo el mundo para que pueda descubrir la meditación de la Calma Mental.
He charlado con mi guía de Budismo Tibetano, que además es la traductora de su santidad el XIV Dalai Lama y ella me ha recomendado lo siguiente:
«Para la calma mental el mejor texto es el Lamrim Chenmo de Tsongkhapa.
Acerca de la vacuidad puedes encontrar muchos como por ejemplo:
– El capítulo nueve del Modo de Vida de los Bodisatvas.
– El capítulo sobre sabiduría de la esencia del néctar (está muy bien)
– Un poco más poético: la canción de las cuatro atenciones.
– Incluso, la Alabanza a la Interdependencia de Lama Tsongkhapa.
Sobre la imagen primera:
Los antídotos surgen cada uno gracias al anterior. Así, la fe engendra aspiración y estas dos, esfuerzo…
En cuanto al origen de ella:
El Buda comparaba en los sutras nuestra mente indisciplinada con un elefante salvaje y la mente disciplinada con un 🐘 domado. Los dibujos los fueron añadiendo maestros budistas luego. En el budismo zen tienen su propia versión, que es un poco distinta».
Toda esta información y más la encuentras en el lamrim chenmo. También en «El sentido General» de Sonam Drakpa, pero ese no lo encuentras en español.
Tenzin Dolkar.
Notas sobre el Texto Lam Rim Chen Mo de TsongKhapa.
https://www.budismolibre.org/docs/fichas/GranTratadoEstadiosEnElCaminoALaIluminacion_LamaTsongkapa.pdf
Si la somnolencia entorpece tu mente o si presientes que la apatía está a punto de llegar, entonces, estimula tu mente imaginando un objeto muy agradable tal como una imagen del Buda o una idea luminosa. Tras disipar así la apatía, la mente debería ver el objeto con mucha claridad. Cuando te sientes como un ciego o como si te encontraras en un lugar oscuro o tus ojos estuvieran cerrados: en los momentos en que la mente no puede ver el objeto muy claramente, debes reconocer la presencia de la apatía.
Cuando tu mente se va tras las cualidades de objetos externos tales como formas, o bien dirige su atención a otros fenómenos, si la agita un deseo por un objeto experimentado previamente o si notas que la agitación se acerca, reflexiona en que todos los fenómenos compuestos son transitorios y de la naturaleza del sufrimiento o en otros temas que abatan la mente.
Las Etapas de Meditación, Kamalashila (740-795).
Escuela de pensamiento: Yogacara Svatantrika Madhyamaka.
Aquí, Kamalashila habla del aturdimiento y de la agitación mental, que son las dos faltas que en el dibujo del camino con elefantes están representadas como el conejo y el mono respectivamente.
En las siguientes líneas les iré dejando los textos que Tenzin Dolkar me ha recomendado, comenzaré por el de Alabanza a la Interdependencia del Lama Tsongkhapa
Homenaje a Manjushri
1 Aquel que habló tras haber visto,
conocedor y maestro insuperable,
me inclino ante ti, Conquistador, que viste
el surgimiento dependiente y lo enseñaste.
2 Toda degeneración que encontramos en el mundo,
su raíz es la ignorancia.
Quien vea el surgimiento dependiente
revertirá esta ignorancia, dijiste.
3 Entonces, ¿cómo podría una persona inteligente
dejar de comprender que este camino
del surgimiento dependiente
es el punto crucial de tus enseñanzas?
4 Siendo así, ¿quién encontraría, ¡Oh, Protector!
una vía mejor de alabarte
que el elogio por haber enseñado
el surgimiento en dependencia?
5 «Todo lo que depende de condiciones,
está vacío de naturaleza intrínseca.»
¿Qué instrucción excelente podría haber
más asombrosa que esta proclamación?
6 Por sostener esta noción, los infantiles
refuerzan sus lazos con las visiones extremas.
Para los sabios, este mismo hecho es el portal
para cortar la infinita red de elaboraciones.
7 Estas enseñanzas no se han visto en otros,
luego solo Tú eres el Maestro.
Como llamar «león» a un zorro,
para un tirthika, esto sería coba.
8 ¡Magnífico Maestro! ¡Magnífico refugio!
¡Magnífico orador! ¡Magnífico salvador!
Me inclino ante el Maestro que correctamente
declaró el surgimiento dependiente.
9 Con un fin medicinal para los seres,
¡Oh, Benefactor! enseñaste
el argumento incomparable para comprender
el corazón de las enseñanzas: la vacuidad.
10 Este postulado del surgimiento dependiente,
aquellos que lo perciben
como contradictorio o falso,
¿cómo podrían comprender tu sistema?
11 Para ti, si vemos que la vacuidad
connota el surgimiento dependiente,
la vacuidad de naturaleza intrínseca
y la plausibilidad de la funcionalidad no se contradirán.
— 1 —
12 Mientras que si vemos lo opuesto,
no podrá haber funciones en la vacuidad
ni vacuidad que tenga funciones,
y caeremos en el abismo horrendo, mantienes.
13 Por lo tanto, en tus enseñanzas,
alabas la visión del surgimiento dependiente
no como una absoluta inexistencia
ni como una existencia intrínseca.
14 «Lo no relativo es como una flor en el cielo,
luego no existe nada que no sea dependiente.
Si las entidades existen por su esencia, esto contradice
que dependan de causas y condiciones para su existencia.»
15 «Por tanto, como no existe fenómeno alguno
que no haya surgido en dependencia,
no existe fenómeno alguno que no sea
vacío de naturaleza intrínseca», dijiste.
16 «Porque la naturaleza intrínseca no puede negarse,
si los fenómenos poseyeran alguna naturaleza
intrínseca, el nirvana sería imposible
y las elaboraciones no podrían cesarse», dijiste.
17 Por tanto, ¿quien osaría desafiarte,
a Ti, que bien proclamas con rugido leonino
en las asambleas de eruditos una y otra vez
que todo carece de naturaleza intrínseca?
18 «No existe naturaleza intrínseca alguna»
y «esto surge en dependencia de aquello»,
qué necesidad hay de decir que la plausibilidad
de ambas ideas converge sin conflicto?
19 «El razonamiento del surgimiento dependiente
hace que no mantengamos visiones extremas»
Por haber declarado esto de manera excelente,
¡Oh, salvador! eres un orador sin igual.
20 «Todo esto está vacío de esencia»
y «de esto surge aquel fruto»:
estas dos certezas se complementan
entre sí sin contradicción alguna.
21 ¿Qué hay más asombroso que esto?
¿Qué hay más maravilloso que esto?
Si se te elogia así, es una verdadera alabanza,
de otro modo no.
22 Siendo esclavizados por la ignorancia,
aquellos que se enfrentan a ti con fiereza,
¿qué hay de sorprendente en su incapacidad
de soportar el sonido de la no existencia intrínseca?
23 Pero, tras aceptar el surgimiento dependiente,
el precioso tesoro de tu Palabra,
entonces, no tolerar el rugido de la vacuidad,
¡esto es lo que de verdad encuentro inaudito!
24 La puerta que lleva a la ausencia de naturaleza
—este incomparable surgimiento dependiente—,
si, mediante su mero nombre, alguien tiene
la noción de naturaleza intrínseca, a esta persona…
25 …que carece de la entrada sin rival,
bien transitada por los aryas,
¿en virtud de qué deberíamos guiarla
al camino excelente que te agrada?
— 2 —
26 La naturaleza intrínseca, increada e independiente,
y el surgimiento dependiente, relativo y creado:
¿cómo podrían estos dos converger
en una misma base sin contradicción?
27 Por eso, todo lo que surge en dependencia,
aunque está desde siempre vacío de naturaleza,
aparece como si la poseyese, por ello,
enseñaste que todo es como una ilusión.
28 Mediante este hecho comprendo bien
que se haya dicho que, para lo que enseñaste,
esos oponentes que te desafían,
no pueden encontrar fallos conforme a la lógica.
29 ¿Por qué no?, porque al declarar esto,
las ocasiones de exageración y denegación
con respecto a objetos vistos y no vistos
se vuelven en extremo remotas.
30 Mediante el razonamiento por el que vemos tu discurso
inigualable —esta vía del surgimiento dependiente—,
nace en mí la convicción de que tus otras palabras
también son cogniciones válidas.
31 Hablas de modo excelente porque has visto la realidad,
para aquellos que se entrenan siguiendo tus pasos,
todas las degeneraciones se alejarán,
porque la raíz de sus fallos será revocada.
32 Pero aquellos que desoyen tus enseñanzas,
aunque breguen con dificultades durante mucho tiempo,
sus fallos aumentarán aun más, como si fueran convocados,
porque su visión de un yo se irá afirmando.
33 ¡Caramba! Una vez que los sabios comprenden
la diferencia entre estos dos,
¿cómo podrían dejar de reverenciarte,
desde lo más profundo de su ser?
34 ¡Para qué mencionar tus numerosas enseñanzas!
Incluso a aquellos que encuentran una vaga certeza
superficial, en el sentido de solo una pequeña parte,
les trae también un gozo supremo.
35 ¡Caramba! Mi mente está vencida por la ignorancia,
aunque he tomado refugio por mucho tiempo,
en tal cúmulo de virtudes,
no poseo ni una fracción de sus cualidades.
36 No obstante, antes de que el caudal de esta vida,
que fluye hacia la muerte llegue a su ocaso,
he encontrado algo de fe en ti,
al menos esto creo que es afortunado.
37 Entre los maestros, el del surgimiento dependiente.
Entre las sabidurías, la del surgimiento dependiente.
Tú, como el más excelente de los reyes de los mundos,
conoces ambos de modo perfecto, otros no.
38 Todo lo que has enseñado
comienza por el surgimiento dependiente,
esto también es para lograr el nirvana:
Tú no tienes acciones que no lleven a la paz.
39 ¡Caramba! Tus enseñanzas son tales,
que si caen en oídos de alguien,
alcanzará la paz: ¿quién podría, pues,
no honrarte por sostener tus enseñanzas?
— 3 —
40 Vence a todos los oponentes rivales,
carece de contradicciones entre distintas partes,
colma los dos objetivos de los nueve seres,
con este sistema mi gozo se despliega.
41 Por su bien, sacrificaste,
una y otra vez durante incontables eones,
unas veces tu cuerpo, otras tu vida,
así como tus amados y posesiones.
42 Ver las cualidades de estas enseñanzas
tira con fuerza de tu corazón,
como tira el anzuelo de los peces.
Lo triste es no haberlas oído de ti.
43 La intensidad de tal pena
no se aparta de mi mente,
como la mente de una madre
va siempre tras su amado hijo.
44-45 Aquí también, mientras reflexiono en tus palabras, pienso:
«Ardiendo con la gloria de las marcas nobles
y rodeado de una red de rayos de luz,
este maestro, con una voz melódica
impoluta, nos habló de tal modo.»
En el instante en que la imagen del Sabio
aparece en mi mente, esta me sana,
como los rayos de la Luna sanan la fiebre.
46 Este sistema excelente, maravilloso,
algunas personas, no siendo eruditas,
lo enredan en una confusion completa,
semejante a la hierva balbaza.
47 Al ver esta situación, me esforcé
con multitud de empeños
en seguir a los eruditos
y buscar tu pensamiento una y otra vez.
48 En esa época estudié numerosos textos
tanto de otras escuelas como de los nuestros,
y mi mente se atormentó aun más,
siempre tejida por una red de dudas.
49 El jardín de lirios nocturnos de los tratados de Nagaryuna,
—Él, que según tu profecía, aclararía
tu vehículo excelente tal como es,
rechazando los extremos de la existencia y la no existencia—
50 Iluminado por la guirnalda de luces blancas
del profundo entendimiento de Chandra,
Chandra, cuyo orbe de sabiduría inmaculada está lleno,
que planea con libertad sobre el cielo de las escrituras,…
51 …que disipa la oscuridad de las mentes extremistas
y eclipsa las constelaciones de falsos oradores,
Cuando, gracias a la amabilidad de mi maestro, vi esto,
mi mente encontró al fin, descanso.
52 De todos tus actos, la actividad
de tu habla es suprema y consiste
en esta enseñanza; los sabios deben,
pues, recordar al Buda mediante ella.
53 Tras seguir a tal maestro, volverse un renunciante,
y estudiar las palabras del Conquistador no demasiado mal,
este monje que se esfuerza en las prácticas yóguicas,
es así como se inclina ante tan gran rishi.
— 4 —
54 He encontrado las enseñanzas del Maestro sin par
gracias a la amabilidad de mi gurú,
dedico pues esta virtud para que sea la causa de que también
los infinitos seres sean guiados por santos mentores espirituales.
55 Que las enseñanzas de este benefactor, hasta el fin de la existencia,
queden intocadas por los vientos de los malos pensamientos.
Que siempre haya aquellos que encuentren convicción
en el maestro porque hayan comprendido la naturaleza de las enseñanzas.
56 Que nunca afloje ni por un instante al sostener,
en todos mis nacimientos, aun a costa de mi cuerpo
y mi vida, el excelente sistema del Sabio,
que ilumina el principio del surgimiento dependiente.
57 Que pueda pasar día y noche reflexionando con cuidado:
«¿Cómo podría realzar esta enseñanza lograda
por el supremo guía por medio de arduos esfuerzos
durante incontables eones?»
58 Que al esforzarme con intención pura en este sistema,
Brahma, Indra y los guardianes del mundo,
y protectores como Mahakala
me asistan siempre sin distracción.
Esto concluye la Alabanza a la Originación Dependiente compuesta por Lama Tsongkhapa.
Este himno titulado La esencia de las realizaciones bien expresadas, que elogia al insuperable Maestro —el gran amigo del mundo entero [incluso] de los desconocidos— por enseñar el profundo surgimiento dependiente, fue compuesto por el monje Lobsang Drakpai Pal. Fue escrito en el retiro celestial de Lhading en la imponente montaña de Odé Gungyal, también conocida como [Ganden] Nampar Gyalwai Ling. El escribano fue Namkha Pal.
© Traducción al castellano, Marta Saro (Tenzin Dolkar), Dharamsala, 2017.