El tantrismo tibetano constituye una forma práctica de budismo abundante en métodos y técnicas para lograr el ejercicio práctico de todas las enseñanzas del budismo mahayana. En contraste con Las formas teóricas del budismo, tales como son expuestas en Sautrantika,
Vaibhassika, Madhayamika, Yogacara, Hua Yen, Tien Tai, etcétera, el tantrismo budista pone su énfasis en la práctica y realización, más que en especulaciones filosóficas.
Sus principios centrales y prácticas pueden resumirse del modo siguiente:
1. Toda existencia y manifestación puede encontrarse en la propia experiencia. Esta experiencia está dentro de la propia mente y ésta es la fuente y el creador de todas las cosas.
2. La mente es infinitamente vasta, es un complejo de maravillas profundamente insondable, siendo su inmensidad y profundidad inaccesible al no iniciado.
3. Quien llega a una total realización y perfecto dominio de su propia mente es un Buda, y quienes no lo han hecho son criaturas de sentimiento sin iluminación.
4. Las criaturas de sentimiento y los Budas son, en esencia, idénticos. Los Budas son criaturas de sentimiento esclarecidas o iluminadas y las criaturas de sentimiento son Budas sin iluminar ni esclarecer.
5. Esta infinita mente Buda que todo abarca está más allá de toda comprensión y atributo.
La definición mejor y más exacta sería:
La mente Buda es un gran conocimiento iluminando el vacío.
La mente Buda es una gran conciencia iluminando el vacío.
6. La conciencia de las criaturas de sentimiento es de alcance limitado; la conciencia de un yogui avanzado ilumina un campo más vasto; la conciencia de un budista esclarecido es de un radio tal que ilumina el vacío y la conciencia de un Buda es la gran conciencia iluminando el vacío.
7. Toda enseñanza budista es mera «exaltación» preparatoria, directrices dadas con objeto de que se desarrolle esta gran conciencia iluminando el vacío.
8. La compasión infinita, los méritos y demás prodigios se desarrollarán espontáneamente cuando se desenvuelva totalmente esta mente Buda.
9. Para obtener este desenvolvimiento hay dos modos principales o senderos apropiados a las diferentes disposiciones individuales: el sendero de los medios y el sendero de la iluminación.
El primero señala como medio para alcanzar el estado búdico, la práctica y dominio del prana (energía vital) y el segundo, la práctica y dominio de la mente. Sin embargo, ambos métodos están basados en el axioma que proclama la identidad de mente y prana, que es el teorema fundamental del tantrismo.
El principio de identidad de mente y prana puede enunciarse de la manera siguiente: el mundo se engloba y está hecho de fuerzas contrastantes relacionadas en forma «antitética», positivo y negativo, noúmeno y fenómeno, potencia y manifestación, vitalidad y vacío, mente y prana, y así sucesivamente. Cada una de estas dualidades, aunque aparentemente antitéticas, es una unidad inseparable. Las fuerzas duales que vemos a nuestro alrededor son, de hecho, una «entidad» manifestada en dos formas o dos estados diferentes.
De aquí que si nuestra conciencia o mente es disciplinada, dominada, proyectada, ampliada, agudizada, iluminada y sublimada sus pranas también lo serán y viceversa. La práctica que subraya el dominio del prana se llama Yoga con forma o Sendero de los medios, la práctica que subraya el dominio de la mente se llama Yoga sin forma o Sendero de liberación. El primero indica cífuerzo en la práctica yoga y el segundo es natural y sin esfuerzo, llamado Mahamudra.
El Sendero de los medios contiene los siguientes ocho pasos:
1. Cultivo de pensamientos altruistas y entrenamiento básico en las disciplinas del Bodhi-sattva.
2. Cuatro prácticas fundamentales que son:
a) Cien mil reverencias a Buda, Tiene por objeto limpiar los pecados del cuerpo y quitar obstáculos, capacitándonos de este medo para meditar sin ser molestados por impedimentos físicos.
b) Cien mil repeticiones de oraciones. Esto, ejecutado propiamente, limpia la mente de obstrucciones y pecados, aclarando todo obstáculo mental que pudiera bloquear el crecimiento espiritual.
c) Cien mil repeticiones de la oración del gurú del yoga práctico. Esto trae protección del propio gurú.
d) Cien mil ofrendas especiales. Esto creará condiciones favorables a nuestra devoción.
3. El Buda Protector. Entrenamiento para identificarse y unificarse uno mismo con el divino Buda tal como fue asignado por el gurú. Este yoga consiste en recitación de los mantras, visualización, concentración y ejercicios respiratorios.
4. Formas avanzadas de ejercicios respiratorios y sus prácticas conexas y subsidiarias, incluyendo el yoga de sueño y de luz generalmente conocidas como yogas de perfeccionamiento.
5. Guía del prana mental sutil a través del canal central, donde sucesivamente abrirá los principales chakras (centros síquicos transformando la conciencia mundana en sabiduría trascendental.
6. Aplicación del poder del prana mental para obtener o derrotar a voluntad la propia muerte, el bardo, el renacimiento; este logro libera del samsara.
7. Aplicación del poder del prana mental para dominar las representaciones de las proyecciones mentales.
8. Sublimación y perfeccionamiento del prana mental en los tres cuerpos del estado búdico.
EL SENDERO DE LIBERACIÓN
El sendero de liberación o yoga sin forma es el más simple y directo acceso a la mente Buda.
Es una práctica natural y espontánea; las múltiples preparaciones, los ejercicios extenuantes y aun las etapas sucesivas son para las otras yogas.
Su esencia consiste en la capacidad del gurú para dar al discípulo un vislumbre de la mente Buda innata en su estado original y primario.
Con esta experiencia inicial de «vislumbre» el discípulo aprenderá gradualmente a sustentar, expander y profundizar la realización de la mente innata. Al fin consumará esta realización en el pleno florecimiento de la iluminación perfecta. Esta práctica es llamada Maha-mudra.
1. El primer vislumbre de la mente innata puede adquirirse ya sea practicando uno mismo el yoga Maha-mudra o recitando alguna «señal» de parte del gurú.
La primera consiste en seguir las instrucciones del gurú y meditar a solas; la otra consiste en el esfuerzo del gurú para abrir instantáneamente la mente del discípulo. Ambas vías requieren la práctica continua del yoga Maha-mudra para profundizar y perfeccionar la propia experiencia.
2. La enseñanza central del Maha-mudra consiste en dos puntos:
relajación y no esfuerzo.
Toda pena y todo deseo son de naturaleza tensa. Pero la liberación, en contraste, es otro nombre que se da a «la perfecta relajación». Dominados por hábitos largo tiempo establecidos, el común de los hombres encuentra muy difícil, si no totalmente imposible, alcanzar un estado de relajación profunda; por lo tanto, se necesita instrucción y práctica para obtener tal estado.
Es de elemental importancia en el Maha-mudra instruir al yogui en cómo relajar la mente para luego inducir en él la revelación de su mente primordial.
Paradójicamente, el no esfuerzo es más difícil de alcanzar que la relajación, requiere una larga práctica llegar a estar sin esfuerzo en todo tiempo y ante toda circunstancia. Si uno puede mantener su mente siempre relajada, espontánea y libre de apego, la innata mente bodhi pronto alumbrará sobre uno .
El sendero de los medios y de la liberación existe sólo en las etapas iniciales. En el estado avanzado estos dos senderos convergen y forman uno.
Un yogui avanzado que desee acelerar su progreso espiritual podrá practicar ambas enseñanzas al mismo tiempo o usar una en lugar de otra.
La mayoría de los grandes yoguis del Tíbet practican ambos senderos, como lo hizo Milarepa.
Ngawang (Historiador y arqueólogo)