WIÑOL TRIPANTU
Texto de Luis Loncomilla
Wiñol tripantu, We Tripantu, Wiñotuy Tripan antu, Wiñoy Tripantu. Mapuche Kimün Mew….
Los antepasados los kuifikecheyem comprendieron los fenómenos que ocurren en la naturaleza cada cierto tiempo, uno de ellos fue el percatarse de la existencia de un momento durante el cual el avance de la noche alcanza su máxima extensión, a partir de ese momento se inicia el proceso inverso, es decir, las noches se acortan y los días se hacen más extensos. A este punto culmine en la transformación del tiempo los antepasados mapuche lo denominaron WIÑOL TRIPANTU o WE TRIPANTU, lo que en el idioma mapuche el mapundungun, significa retorno o volvió a salir el sol.
Según relatan los ancianos, los antepasados determinaron la fecha del wiñol tripantu por medio de la observación y contemplación del wallontu mapu (universo) y del nag mapu (la tierra donde coexistimos). Los kimche intuyeron la influencia que ejercen las gul pony el nao o la kapúra que son un grupo de estrellas que anuncia la llegada del wiñol tripantu, también la presencia de küyen la luna que renueva las aguas y el espíritu de lo femenino, la presencia del wünelfe o lucero del amanecer que renueva el newen de las plantas medicinales y todos los vegetales y por último antü el sol que renueva las energías del itro fill mogen todo lo que tiene vida, es por ello que el mapuche también se renueva en su kimün y rakiduam conocimiento y pensamiento mapuche, porque se es parte de un todo.
La importancia para la vida mapuche se manifiesta en una diversidad de ritos y actos socio-culturales y religiosos que caracterizan a la celebración del wiñol tripantu, es así como la tarde del día anterior ante que el sol se ponga por el trufül o lafken mapu se inician los preparativos instalándose el anümka que consiste en colocar ramas de foye, klon trilwe y kila enterradas en dirección al puel mapu lugar donde sale el sol, luego a la llegada de los invitados y los parientes se realiza el yeyipun ceremonia en la que se invoca a los antepasados locales a los que se denomina los mely chi laku comunicándoles que se cumple con el rito ancestral de hacer wiñol tripantu , generalmente el yeyipun es dirigido por una machi o en su lugar por el o los lonkos del lugar, el yeyipun dura hasta que el sol se pierde por el oeste.
Al llegar la noche se debe realizar mucho nütram o conversación compartiendo sabiduría, historias, conocimientos diversos, en esta ocasión el rol de los ancianos adquiere más fuerza por que ellos hacen gülam o concejo para ser mejores como persona y como mapuche asumirse con dignidad y orgullo, por ello se habla de los ejemplos de vida de quienes lucharon para que el pueblo permanezca hoy en día. Los niños y jóvenes se les aconseja para que sean küme che y alcancen el divino estado de kim che hombres sabios.
Durante la noche los participantes realizan purun o bailes tradicionales manteniendo un espíritu de encuentro y permanente comunicación con los valores y conocimientos ancestrales, también se enseñan aukantun o juegos para divertirse y entretenerse durante esa larga noche.
Se debe permanecer despierto para recibir la llegada del wiñol tripantu, por ello durante la noche debe reinar el espíritu comunitario y de sana diversión adquiriendo conocimientos necesarios para la vida mapuche.
De madrugada cuando se produce el pürapa nao la aparición de un grupo de estrellas que anuncia la llegada del wiñol tripantu iniciándose los preparativos para el nguillan mawun ceremonia del amanecer. A la llegada del wünelfe el lucero del amanecer la gente se baña el los ríos, lagos o esteros como símbolo de purificación para limpiar su espíritu y su cuerpo.
El regreso del sol y de la luz marca el proceso de renovación de la naturaleza y de la sabiduría y pensamiento mapuche, entendiendo el propio ser dentro del conjunto. Es así que el mapuche entiende que es el wiñol tripantu por que también nace, crece y se renueva al igual que todo lo que existe en la naturaleza y en el universo.
En el wiñol tripantu se realizan otros ritos anexos que reflejan el sentir y vivir de la sociedad mapuche uno de estos ritos es el lakutun que consiste que ha un niño se le otorga en nombre de un abuelo o antepasado de gran importancia para el pueblo mapuche. Por medio del lakutun el niño se vincula con su origen a través de su particularidad individual.
El profundo sentido que tiene el wiñol tripantu para el mapuche se manifiesta en su filosofía de vida en que se percibe que todo cumple una función, nada esta por estar, todo tiene un sentido y un significado en el orden universal y natural en que se desenvuelve. El wiñol tripantu tiene sentido y coherencia como fenómeno que ocurre aquí y en ese preciso momento para todos, más allá de nuestro origen. Es por ello que el pueblo mapuche lo valora y lo convierte en práctica sagrada.
Reflexiones sobre el Wiñol Tripantu:
Tiempo atrás, cuando era un niño y vivía en la comunidad de Llangkalwe, en el campo, algo ocurría en las vísperas de San Juan. Mi abuela me mandaba a comprar dos tarros de pescado cerca de Dollinko, a media hora de camino. El pescado enlatado era en mi niñez, una comida para ocasiones especiales, cuando no había carne. También preparaban café de trigo, pan dulce y a veces mültrün. Esto se hacia, generalmente, una vez al año aunque en la familia no había nadie llamado Juan.
A pesar de no ser una comida ostentosa, debido no precisamente por nuestra riqueza, era un día diferente, una época misteriosa que algo ocultaba. Nunca entendí, en aquellos tiempos, el porque de aquella «celebración» no muy mapuche, no muy wingka que alcance a vivir con mi familia; se encontraba justo en la mitad de la soga que se va a cortar. Se que en muchas comunidades se realizaba, con o sin un Juan. Después de algunos años, aquí en Santiago, en este proceso de reconstrucción y también de construcción, nos recordaron que es el Wiñol tripantu lo que la gente antigua espera en esta fecha. Un nuevo ciclo en que la tierra deja sus viejas vestiduras, muda, se transforma y despierta antes del amanecer relumbrando de verdor. La luz del lucero de la madrugada vuelve a brillar, es el tiempo en que wünelfe reaparece. Al regresar a Llangkalwe, hoy, preguntando a los mayores, me contaron que mi bis-abuelo, Cantalicio, su madre, Wekintuy, y toda la familia esperaban el wiñol tripantu. A pesar de haber nacido, según carnet, alrededor de mil ochocientos noventa (antes según la memoria) en tiempos de muerte, despojos y dolor, el quiebre no pudo quitarles las creencias. A ellos y a otros antiguos de la misma época, de diferentes comunidades, de las conversaciones de sus hijos que son nuestros abuelos podemos recurrir hoy, hurgando con urgencia, en nuestra raíz. Ellos están más cerca que nosotros de la patria Mapuche íntegra.
Se preparaban con mürke, mültrün, muday, korü, ilo, las mejores comidas, alistaban sus mantas, chirüpa, las mujeres el chamall, la ükülla, se mantenían en vigilia toda la noche conversando, recordando historias, hechos pasados. Los niños se levantaban antes del amanecer. Entonces, iban todos al río, al estero, a la vertiente, en busca de agua corriente, que fluye, que esta viva, para bañarse o lavarse. El agua del nuevo solsticio les renovaba las energías, los limpiaba porque al mar se lleva las enfermedades y las malas energías. Da más fuerza para luchar.
El sol encontraba a la familia en el umbral de la puerta, con ropa nueva o limpia, con un llellipun, con comida fresca, con cántaros de muday, con el alma sonriente, como quien espera a una visita muy querida. Los nuevos brotes, las aves, los animales, los insectos, los peces, la montaña, la naturaleza entera y los Mapuche se preparan, mudan de piel, nacen, reviven, dejan atrás las viejas cicatrices y renuevan los cantos para esperar el regreso del sol. En algunas comunidades, a los niños de pequeña estatura, los cuelgan de un árbol alto, como un álamo. Los adultos dan varillazos al árbol diciendo : «tremaimi, tremaimi»(que crezca). Así, las personas mantienen un lazo íntimo con la tierra, los niños crecen como ella. A los árboles que no dan frutos, se les conversa. Dos niños hacen carreras a caballo(de palo), uno para defender y el otro para despertar o castigar con una varilla. Fünaimi, fünaimi, le dicen, (que de frutos). Así no se olvidará de dar frutos en la próxima temporada. A algunas niñas se les hace el katan pilun; Es el momento, además, de entregarles un animalito, una cría para cuidar, un pollo, un perro, un cordero. Para aprender a ser responsables. Son muchos los saberes dispersados que se están recuperando. Hoy, nosotros también nos estamos preparando en este nuevo ciclo que se aproxima. Alistando el espíritu y el cuerpo, observando los cambios de la tierra, cambiando de la misma manera, recordando nuestro verdadero ser; sacando ülkatu olvidados para re-encontrar a wünelfe, para que nos ilumine con la poderosa luz que ilumina a los antiguos, a los guerreros; que el agua de nuestra tierra nos fortalezca y nos entregue sabiduría para enfrentar la lucha presente.
TAIÑ KUIFIKECHEYEM NI NEWEN MEW NUTAIÑ TAIÑ MAPU!!!.
AMULEPE TAIÑ WEICHAN!!!
MARICHIWEW!!!
WEUWAIÑ!!!!
Feliz Retorno Solar!
Desde hoy el Sol comienza a ascender cada día más, permitiendo la entrada a lo que se llama «El Ciclo Vernal», es decir, hoy comienza a llegarle cada día más luz y calor a la naturaleza y esta naturaleza comienza a brotar con esa luz y con ese calor, por ende podríamos señalar que hoy comienza la tendencia primavernal o primaveral.
Un abrazo para cada uno o una de ustedes, en este nuevo ciclo iluminatorio, donde viviremos un hermoso y bello Eclipse Solar Total, con una maravillosa práctica – http://eclipse2019.noosphere.cl –
Desde la Costa del Maule, recibiendo los primeros rayos de este nuevo Sol.
Claudio Arenas Vergara.
Escuela de Alta Consciencia.
www.noosphere.cl
www.tolteca.cl
🌎